Ahri puede moldear la magia en orbes de energía pura. Se divierte jugueteando con su presa y manipulando sus emociones, antes de devorar su esencia vital. A pesar de su naturaleza predadora, conserva cierta empatía porque recibe destellos de los recuerdos de cada alma que consume.
Atribulada entre su naturaleza celestial y mortal, Morgana ató sus alas para aceptar su humanidad e inflige su dolor y amargura en los deshonestos y los corruptos. Rechaza las leyes y tradiciones que considera injustas y pelea por la verdad desde las sombras con escudos y cadenas de fuego oscuro, aun cuando otros tratan de reprimirla.
Con la habilidad de manipular la luz a su voluntad, creció temiendo ser descubierta y exiliada y fue obligada a ocultar sus dones a fin de preservar la reputación de su noble familia. Sin embargo, su optimismo y resistencia la llevaron a aceptar sus talentos únicos y ahora está en la búsqueda de infundir una mayor tolerancia y entendimiento en su tierra natal.